Carlos Carnero Figuerola de Librería Inestable (31ª Feria del Libro Ricardo Palma: stand # 58)



















ENTREVISTA CON CARLOS CARLOS CARNERO FIGUEROLA,
POETA Y DIRECTOR DE LA LIBRERÍA “INESTABLE”



POR César Ángeles L.

EN LA 15ª EDICIÓN DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO (DEL 22 de JULIO AL 04 DE AGOSTO), QUE COMO YA ES USUAL ESTUVO BASTANTE CONCURRIDA, y en pleno Parque de los Próceres (donde antes mataban mulas: el otrora Bosque Matamula), con cívicas estatuas aflorando sus broncíneas figuras de cuando en cuando, hubo un stand que destacó por su dedicación exclusiva a la oferta de libros de poesía: el de la librería “La Inestable”. Pero, además, porque muchos de los ejemplares allí vendidos eran auténticas piezas de colección: algunos libros inhallables aun en librerías de viejo. Esto se debía a que su propietario, el también poeta Carlos Carnero Figuerola (Las Razones de los Efectos), se dedicó durante años a comprar aquí y allá libros de poesía doblemente, por lo que ahora se decidió a poner en venta cada uno de esos ejemplares en la FIL. Asimismo, ofreció algunas colecciones de conocidas revistas literarias peruanas y latinoamericanas. Con inocultable ánimo lúdico y autoirónico, el stand estaba decorado de manera sencilla y acogedora. Lo recuerda el propio Carlos Carnero:
Puse algunas de las cosas que tengo en mi biblioteca, cosas de los años sesentas tipo teléfonos, lámpara, caja registradora. Son los años en que se diseña con un estilo que tiene una mezcla de futuro y felicidad. También algunas fotos que voy coleccionando. Quería que la librería se vea casi como una biblioteca personal, y que el contenido de esa biblioteca-librería sea reunido como si lo efectuara el director de una revista de vanguardia, que ya no solo coloca un conjunto de poemas de un autor sino que puede ofrecer también todos los libros que publicó, los ensayos que escribió, los libros que cita. Sería como (la extensión de) una revista de vanguardia que se amplifica.

Aunque el stand era pequeño (los precios del alquiler son elevados), creemos que se constituyó desde el saque en una visita imprescindible, y que con su espíritu y carácter marcó la diferencia en esta versión de la FIL. Otra particularidad fue que Carlos trabajaba con su padre, quien fungía de atento observador cuando su hijo debía hacer facturas y ocuparse de dialogar con los clientes, que cada vez llegaban más y más, y con intereses renovados. Queda claro que la pasada de voz aun funciona como estrategia de mercado. En medio de tanta labor editorial enganchada al comercio y la frivolidad lucrativa como banderas, si hubiera un premio al mejor stand, nuestro voto seria por este que, además, la rompía con su nombre: “Librería Inestable” (es decir, el anti-stand, lo que se mueve). Por añadidura, y como también nos sucede con los amigos en ALPE, fue el stand donde pudimos ofrecer números de Intermezzo, y El libro del sol y otros poemas, de José Mari Recalde, que se editó con nuestro sello, así como la distribución del buen libro de relatos Las islas, de Carlos Yushimito, amigo de esta revista.

Por estas y otra razones, y también porque, en verdad, resulta más ágil leer una conversación que un largo articulo sobre lo sucedido en la última versión FIL, decidimos entrevistar a Carlos Carnero, director de la librería “Inestable”. Aquí nos da sus apreciaciones sobre su primera participación en este evento, así como, también, sus opiniones sobre algunos tópicos en torno a la poesía y la literatura. Ad portas de la edición 31º de la “Feria del Libro Ricardo Palma” (22 de octubre-1 de noviembre), es una ocasión más que propicia para publicar el siguiente diálogo. Desde aquí, un saludo y nuestra disposición a coordinar otros trabajos con la librería “La Inestable”, de aquí en adelante. (C.A.L.).

LIMA, SETIEMBRE DEL 2010.

¿De dónde vino el nombre librería “Inestable” y cuál fue el carácter de tu stand? ¿Cómo así tu padre trabajaba contigo, y qué tal fue esta experiencia?

El nombre "Librería Inestable” corresponde al carácter experimental de los autores y de las escrituras que reúne. Son escritores que corren riesgos, que se mueven en los márgenes del lenguaje. Allí se transita por sistemas en continua transformación. La librería es, entonces, continente de inestabilidades, persigue las modificaciones y se modifica. Es una librería de vanguardias y no está quieta.

Mi padre apareció la primera tarde y luego estuvo casi todos los días ayudando. Creo que le gustaba estar allí. De igual modo, ayudaron muchos amigos a los que ya agradeceré de alguna forma. La gente se ha portado muy bien con esto.

¿Cuál es el balance de tu participación en la feria, en los aspectos positivos y también en los que no lo fueron (sobre todo en relación con la economía y la experiencia personal en general)?

El balance es divertido y optimista. En general, los clientes que van a buscar este tipo de artículos son gente interesante. Me gusta que muchos se sintieron identificados con la librería. Ha sucedido algo fuera de lo común y me agrada haber estado presente.
Aspectos negativos de importancia no recuerdo. Además, creo que todo puede resolverse con inteligencia y deseo, de la misma manera que se resuelven los problemas que aparecen al momento de escribir.

¿Qué te pareció el espacio del Parque de los Próceres para esta FIL?

Me agradó el espacio. Me gustó la forma circular. También el que se encuentre en medio de árboles. Paralelamente, quiero señalar algo que he venido escuchando por otros lados: que Lima no cuenta con un campo ferial para todo uso. Esto significa que para cada feria hay que armar todo un recinto completo. Esto genera sobrecostos para todos. Y una pérdida de tiempo y energía. Esto no lo puede resolver la Cámara del Libro solamente.

¿Qué tal el público, sobre todo el que te visitó: algo para destacar en su demanda de libros o títulos?

Fue un público interesante. En Lima hay buenos lectores pero están escondidos entre los arbustos. Por ejemplo, se vendieron títulos como "La Caza Nupcial" de Eduardo Espina, "Mar Paraguayo" de Wilson Bueno, "Basilisco" de Alfonso D'Aquino, "Musgo" de Reynaldo Jiménez. Son autores y títulos que requieren búsquedas previas.

Del mismo modo otros autores que no llegan a Lima, tipo Eduardo Milán, José Kozer, Néstor Perlongher, Susana Thénon, Roberto Echevarren, Andrés Ajens, Héctor Piccoli, Coral Bracho, un largo etcétera, de los que varios estaban esperando leer más y compraron. Espero ahora que los libros vayan de mano en mano.

¿Visitaste los demás stands de la feria: algo para destacar o que te llamara la atención en la oferta librera?

No pude salir del stand. Me gusta generalmente el stand de la Universidad Católica, El Aleph, el del Fondo de Cultura Económica. Claro que siempre queda la sensación que falta algo, o mucho, es una de las razones por la que uno escribe, sientes que falta algo que no encuentras en los otros escritores. Aunque pienso que la principal razón para escribir es la elección de transitar en el pensamiento, de crecer a través de la razón y sus modos. Deben ser los mismos motivos por los que fundas una revista puntual o abres una librería de corte experimental. Las cosas nunca suceden por una sola razón.

Considerando la masiva asistencia de público a cada FIL, ¿crees que hay buen nivel de lectoría en Lima? Se suele decir que en esta ciudad, y en el Perú, se lee poco y se comprende menos. ¿Qué piensas al respecto?

En Perú, en general, no se lee mucho. Creo que la Feria está cumpliendo un papel importante para acercar el libro a la gente. Veo también un esfuerzo en colegios públicos. Creo que hay cambios para bien.

Creo que la gente no lee ni comprende lo que lee, basta ver cómo se conduce al cruzar la pista o manejar un carro. Uno cree que no hay relación, pero son esas las mediocridades que resultan de la falta de pensamiento y de lectura.

¿Crees que la FIL está consolidada como (mega)evento, quizá de carácter nacional o solo limeño? ¿Puedes compararla con otros eventos semejantes dentro o fuera del país, en caso que conozcas experiencias afines?

La FIL ha venido creciendo desde hace unos años. Otros países de Latinoamérica nos llevan ventaja, pero creo que estamos en crecimiento sostenido. Tengo optimismo en este sentido.

¿Cuáles proyectos tienes ahora en literatura, y en el campo de tu oficio con los libros?

Acabo de publicar un texto de poesía titulado "Cántico no Lineal" un tanto experimental, que es lo que me gusta hacer, pero me gustaría escribir algo realmente importante, y me estoy dedicando a eso.

La librería es algo que pienso continuar, me gusta y pienso que uno debe luchar por hacer lo que le gusta y de la mejor manera. A largo plazo es lo mejor para todos.

¿Cuál es tu opinión sobre la revista Intermezzo tropical, que amablemente nos ayudaste a vender en esta FIL? ¿Y acerca del libro de Jose Mari Recalde?

Es una revista interesante que genera debate, que te mueve a pensar y que abarca diversos campos. Se vendieron varias en la Feria, y eso es así porque ya tiene un público propio. Espero que continúe apareciendo.

José Mari Recalde fue una triste pérdida, les felicito por la edición de El libro del sol y otros poemas.

¿Cuál poesía y cuáles poetas te gustan o interesan particularmente? ¿Qué característica central debe tener la buena poesía, aquella que perdura, para ti?

Me gustan muchos. Sigo a varios. Me produce mucha curiosidad lo que van a publicar, por ejemplo, Román Antopolsky, Roberto Cignoni, Alfonso D'Aquino, Eduardo Espina, Carlos Elliff, Reynaldo Jiménez, Eduardo Milán, José Luis Castillejo (no sé si murió) y muchos más.
Me gusta también lo que sucedió entre los cincuentas y sesentas en Estados Unidos y en Europa, la poesía alrededor del “Black Mountain”, los objetivistas, la poesía concreta, la poesía visual, el grupo Zaj de España.

No me gusta la experimentación sin sentido o sin discurso detrás, no me gustan los que buscan sorprender, los que engañan. Me gusta la sinceridad y el trabajo.

¿Crees que hay humor en César Vallejo? ¿En general, qué piensas acerca de la relación entre el humor y la poesía, la hallas en algunos casos o corrientes poéticas en particular?

Solo me interesa el humor cuando se utiliza como un juego con sentido, no sé si podríamos llamarlo humor, creo que podríamos entenderlo como escribir desde otro estado. Hay ejemplos como en "El gran derrapador" de Jorge Santiago Perednik, en "Basilisco" de Alfonso D'Aquino, en las derivaciones de las asonancias en Eduardo Milán. También en Eielson, en la poesia concreta, en el dadaismo, en los patafísicos.

En Vallejo sí encuentro humor, pero no como algo central ni característico. Hay algunos poemas suyos que presentan humor, entendido este en términos amplios; como bien se demuestra, por ejemplo, en tu ensayo “Vallejo y el Humor” (Lima 1998), y que producen compasión y ternura por la condición humana. Hay humor a través de las contradicciones o paradojas que se señalan en los versos y que producen estos particulares sentimientos. No las había notado, como humor, antes.

¿Aprecias la poesía de Javier Heraud? ¿Crees que la parte que firma como Rodrigo Machado, y que son los poemas que hizo desde su experiencia en Cuba formándose para participar en las guerrillas, es un capítulo prescindible en su obra, como dicen algunos críticos, o cómo ves este asunto?

No conozco el tema de Rodrigo Machado. Javier Heraud me parece un poeta respetable. No podría opinar al respecto ahora específicamente. Creo, en general, que la poesía escrita al servicio o en pro de causas políticas deja mucho que desear en la historia de la poesía.

¿Tienes información sobre el debate, que se abrió públicamente en nuestra revista (números 5-7), acerca de la autoría de los dos más famosos poemas de María Emilia Cornejo, sobre que habrían sido dos poetas del 70, compañeros suyos en el taller de poesía de San Marcos, quienes editaron sus poemas “Tímida y avergonzada” y “Soy la muchacha mala de la historia”? ¿Qué piensas al respecto?

Creo que esos poemas aportaron algo a algunos en un momento determinado y ese es el valor principal, lo demás no despierta mi curiosidad. Noto algo de juego de egos en términos de género. Recomendaría leer a Susana Thenon o a Coral Bracho, que también publicaron en los setentas en Latinoamérica, eso me parece contribuiría más a la poesía. Aún recomendar a dos poetas mujeres tiene incorporado un error, uno debe encontrar sus detonadores sin importar el género o grupo al que pertenecen. Habría sí que analizar posibles errores o diferencias, en términos generales, entre los grupos y que puedan ser obstáculo, o lo contrario, para la poesía; pero no veo que eso sea lo central de esta discusión hasta ahora. Espero algo así más adelante.

¿Has leído los poemarios de Oswaldo Reynoso, Luzbel, y de Giuliana Llamoja, El amor y la Vía Láctea? ¿Tienes algún comentario sobre los mismos?

No he tenido la oportunidad de leer los poemarios que mencionas, seguramente lo haré luego. Recomendaría si otros recientes que pude leer: "Aves de la ciudad" de Rafael Espinosa, y "Peces" de José Morales Saravia.

¿Deseas agregar algo más?

Me gustaría que todos sean felices, sinceramente. Pero algo más puntual, me gustaría que en la próxima feria participe el poeta Roberto Cignoni de Argentina, autor de Ceros de la Lengua, solo que le teme a volar en avión. Pido que a través de tu blog la gente le dé ánimos, y a mí, razones lógicas para convencerlo.

Comentarios

Anónimo dijo…
Exitos. Excelente librería. Me encantó en la feria pasada, iré a visitar el stand en esta también.

alina
Anónimo dijo…
Hola.
Esta librería debería tener un mejor espacio. Si digo publicidad como que le quitaría la magia que, desde luego, tiene.
Quisiera saber dónde podríamos encontrarlos. ¿Solo daremos con esta librería estupenda en las ferias?

atte.
jesus jara.

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